La respiración en el embarazo

Hay muchos cambios en el cuerpo de la mujer durante los nueve meses de la gestación del bebé. Hay uno que siempre se produce, pero a veces pasa inadvertido, es la modificación de la respiración. Tomar consciencia de ese proceso es importante, para comprender porque a veces estas más fatigada, para mejorar tu respiración y estar más relajada en las contracciones. Lo que pasa es que la respiración en la zona baja de los pulmones, la que se realiza con el músculo del diafragma y sentimos en el vientre, desaparece. Al crecer el bebé en el interior del útero, la cavidad abdominal creces y empuja hacia arriba. Durante la primera mitad de la gestación es algo que casi no notarás, pero hacia el final el gran volumen del niño o impide que el diafragma pueda descender. Así al inspirar, no puede aumentar el volumen del tórax por abajo, y el movimiento de la respiración tiene que ser en las costillas. ¿Qué es lo que vas a notar?
- Que respiras de forma natural levantando el pecho, como si tomaras suspiros.
- Que no puedes tomar tanto aire.
- Que te fatigas más.

Algunas mujeres embarazadas notan que se cansan al andar, subir escaleras, etc, y piensan que se debe al peso del vientre. Eso también influye, pero lo principal es una respiración insuficiente. El oxígeno que consigues con el aire es imprescindible para que la energía química del cuerpo se libere, y esa energía es con la que te mueves. ¿Un remedio? Que alguien te enseñe algunos trucos de respiración. Puedes buscar la ayuda de un buen profesor de educación física, de hatha yoga, de canto, o de preparación al parto. De todas formas, ya comenté al principio que es un cambio inevitable, siempre se produce y no hay marcha atrás. Así el aprendizaje es para usar mejor tus pulmones, pero también consiste en darse cuenta y aceptar el proceso de una forma natural.

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